Me llamo Samantha Thomas, soy hija de inmigrantes que llegaron a los Estados Unidos desde el Caribe en la década de 1960. Mi padre es originario de la hermosa nación insular de Trinidad y Tobago y mi madre es de Carriacou, Granada, en las Granadinas.
Mi familia tiene un legado altruista, y hoy sigo sus pasos. Mi bisabuelo granadino luchó con valentía en la Segunda Guerra Mundial. Mi abuelo era maestro de primaria en Carriacou. Mis padres nos inculcaron a mí y a mis dos hermanas un sistema de valores basado en nuestra enriquecedora cultura caribeña, que destaca la importancia del trabajo duro, la creatividad y la dedicación a la comunidad. Estos valores me acompañaron y me guiaron durante toda mi vida.
Cuando estudiaba Relaciones Internacionales en la universidad, aprendí sobre explotación laboral y trata de personas. Como hija de inmigrantes que vinieron a este país en busca de trabajo y una vida mejor, me indignó saber que utilizaban sus sueños para explotarlos. Prometí que ayudaría a cambiar esta situación y decidí estudiar Derecho. Mi pasión por proteger los derechos de los trabajadores me llevó finalmente al servicio federal y me incorporé a la Oficina del Procurador del Departamento de Trabajo de los EE. UU. en 2010. En mayo, tuve el orgullo de ser nombrada procuradora regional del trabajo en Filadelfia.
Como procuradora regional de cinco estados del Atlántico medio y el distrito de Columbia, mi objetivo es defender firmemente los derechos de los trabajadores y, al mismo tiempo, servir a la comunidad. En este mes, nuestros abogados firmaron una sentencia acordada por las partes que recuperaba $4.4 millones en prestaciones complementarias de una empresa de Maryland que gestionó mal los fondos para cubrir gastos del empleador. El verano pasado, el arduo litigio de nuestros abogados contra uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo concluyó con la concesión por parte del jurado de $22 millones en salarios atrasados para más de 7,500 trabajadores, uno de los mayores veredictos salariales de la historia del departamento. El año pasado, nuestro equipo aseguró más de $30 millones para los trabajadores. Nuestro trabajo marca una verdadera diferencia.
Al garantizar el cumplimiento de la legislación laboral para proteger a los trabajadores de la explotación y otros perjuicios, y al realizar hincapié en una cultura de diversidad e inclusión en el lugar de trabajo, espero honrar el legado de altruismo de mi familia y crear lugares de trabajo más equitativos para las próximas generaciones. Me emociona inspirarme tanto en las enseñanzas y en los principios de mi herencia caribeña como en la larga tradición de altruismo de mi familia para dirigir nuestra región en la protección y defensa de los derechos de todos los trabajadores de los Estados Unidos.
Samantha Thomas es procuradora regional del trabajo en Filadelfia.