Yesterday, as I was sworn in as the 29th secretary of the U.S. Department of Labor, I thought about my mother and father, who emigrated from Ireland in the 1950s. They both worked hard, but our American Dream did not take shape until my father joined the Laborers Union Local 223 in Boston.
The union was our way into the middle class. It meant a fair wage, so we could have a home and give back to our community. It meant safety on the job, so we didn’t have to live in fear of an accident derailing our lives. It meant a pension, so my parents could retire with dignity. And it meant health insurance, so our family had access to quality care.
As a young man, I followed my father into construction and joined the same union. I worked on job sites all over Boston and saw the sacrifices working people make to ensure they can feed their families. In my 20s, because of the same benefits that enabled my cancer treatment as a child, I was able to seek treatment for my alcoholism. I am a proud member of the recovery community. Later on, as a full-time legislator, I went back to school and earned my degree from Boston College at the age of 42.
I share these personal details because they shaped who I am today, and they inform my deep belief in the work of the Department of Labor:
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Ensuring all workers have fair pay, health care, unemployment benefits, safe workplaces and a secure retirement.
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Ensuring equal access to good jobs.
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Ensuring workers have a seat at the table in shaping workplace conditions and policies.
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Bolstering career education and job training.
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Increasing access to mental health and substance use treatment.
These are not just policies to me — these are real, tangible needs for millions of Americans, and I will continue fighting for them as I begin this new role.
We have a lot of work to do. Right now, our nation is facing unprecedented economic and public health crises that are disproportionately hurting communities of color. Hundreds of thousands of Americans continue to file for unemployment week after week, and while we are making lifesaving advances in vaccine distribution, we still have a long way to go to full recovery.
I believe we must act with urgency to meet this moment, to strengthen and empower our workforce as we rebuild. As secretary, I pledge to work in partnership with workers and businesses; states, cities and tribal territories; employees in every agency of the Department of Labor; and President Biden and Vice President Harris to help working families build back better.
Marty Walsh is the secretary of labor. Follow him on Twitter at @SecMartyWalsh.
Respondiendo al Desafío
Al ser juramentado ayer como el vigésimo noveno secretario del Departamento de Trabajo de EE.UU. pensé en mi madre y mi padre, quienes emigraron de Irlanda en la década de 1950. Aunque trabajaron duro, nuestro sueño americano empezó a tomar forma cuando mi padre se unió al Laborers Union Local 223 en Boston.
El sindicato fue nuestro camino hacia la clase media. Representó un salario justo, para que pudiéramos tener una casa y servir a nuestra comunidad. Significó seguridad en el trabajo, para no tener que vivir con el temor de un accidente que descarrilara nuestras vidas. Significaba una pensión, para que mis padres pudieran jubilarse con dignidad. Y significó seguro médico, para que nuestra familia tuviera acceso a un buen servicio de salud.
De joven seguí los pasos de mi padre hacia el sector de la construcción y me uní al mismo sindicato. Trabajé por todo Boston y observé los sacrificios que los trabajadores deben hacer para poder alimentar a sus familias. Durante mis años 20, y por los mismos beneficios que permitieron el tratamiento de mi cáncer siendo niño, pude buscar tratamiento para mi alcoholismo. Soy con orgullo miembro de la comunidad de rehabilitación. Más adelante, como legislador a tiempo completo, regresé a los estudios y cuando tenía 42 años me gradué en el Boston College.
Comparto estos detalles personales porque dieron forma a quien hoy soy y apuntalan mi profunda creencia en la labor que realiza el Departamento de Trabajo:
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Garantizar que todos los trabajadores tengan un salario justo, atención médica, beneficios por desempleo, lugares de trabajo seguros y una jubilación segura.
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Garantizar igualdad de acceso a buenos trabajos.
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Asegurar que los trabajadores participen en la toma de decisiones para dar forma a las condiciones y políticas laborales.
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Fortalecer la educación y capacitación laboral.
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Aumentar el acceso a tratamientos de salud mental y uso de substancias.
Estas para mí no son sólo políticas – son necesidades reales y tangibles de millones de Americanos, y continuaré luchando por ellas al comenzar este nuevo rol.
Tenemos mucho trabajo por hacer. En este momento, nuestra nación confronta crisis económicas y de salud pública sin precedentes que están afectando desproporcionadamente a comunidades de color. Semana tras semana cientos de miles de Americanos continúan solicitando desempleo, y aunque estamos logrando avances vitales en distribución de vacunas, todavía nos queda un largo camino por recorrer para una completa recuperación.
Pienso que debemos actuar con la urgencia de este momento para fortalecer y empoderar a nuestra fuerza laboral en la reconstrucción. Como secretario, me comprometo a trabajar juntamente con trabajadores y empresas; estados, ciudades y territorios tribales; empleados en cada una de las agencias del Departamento de Trabajo; y con el Presidente Biden y la Vicepresidente Harris para ayudar a las familias trabajadoras a reconstruir mejor que nunca.
Marty Walsh es el secretario de trabajo. Sígalo por Twitter @SecMartyWalsh.