El ajuste correcto, la protección adecuada

Una trabajadora de la construcción que viste equipo de alta visibilidad, un casco de seguridad con barbilla y visera transparente, un arnés de protección contra caídas y guantes.

 

Imagínese a un deportista que entra en un partido sin el equipo adecuado... arriesgado, ¿verdad? Los cascos, las protecciones y el calzado adecuado no son sólo accesorios, son esenciales para mantenerlos a salvo. El lugar de trabajo no es diferente.

Los equipos de protección personal (EPI) están diseñados para minimizar la exposición a los peligros que causan lesiones y enfermedades laborales graves. Pero los EPI no son de talla única y no pueden cumplir su función si no se ajustan correctamente. 

Uno de los problemas a los que se enfrentan los trabajadores a la hora de encontrar el equipo personal adecuado es que a menudo no se diseña teniendo en cuenta los distintos tipos de cuerpo, lo que aumenta el riesgo de los grupos menos representados, como las mujeres en la construcción, los trabajadores de menor estatura o las personas con discapacidad. Un estudio del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional informó de que el 41% de las mujeres declararon que su EPI no se ajustaba bien, lo que pone de relieve un problema sistémico que afecta a los trabajadores más allá del género. 

No es difícil entender por qué. Un trabajador con guantes demasiado grandes puede tener dificultades para mover las manos correctamente, lo que supone un riesgo de atrapamiento mientras maneja la maquinaria. Los trabajadores de la construcción más corpulentos pueden encontrarse con que sus arneses están demasiado apretados, limitando la amplitud de movimiento, lo que va más allá de la incomodidad y puede desviar su atención de la seguridad y desincentivar su uso. En resumen: Los EPI que no se ajustan no sólo son incómodos, sino que ponen en peligro a los trabajadores. 

Por este motivo, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional publicó una norma final para revisar la actual norma sobre equipos de protección personal en la construcción. A diferencia de la norma general de la industria, la norma actual de la industria no establece claramente que el EPI deba ajustarse adecuadamente a cada empleado afectado. El cambio propuesto exigiría que el equipo se ajustara adecuadamente a cada empleado afectado para protegerle de los riesgos laborales.

El acceso a EPI que se ajusten a las necesidades ha sido durante mucho tiempo un problema crítico de seguridad y salud en el sector de la construcción. Durante décadas, la mayoría de los equipos de protección se han diseñado pensando en el hombre de estatura media, dejando a todos los demás luchando con equipos que no se ajustan o no les protegen adecuadamente. 

Nuestra nueva norma es fundamental para abordar este problema garantizando que los EPI estén diseñados para proteger a TODOS los trabajadores. Cuando el EPI se ajusta correctamente, no solo proporciona a los trabajadores la protección que merecen, sino que también les anima a utilizarlo con confianza, garantizando que puedan realizar su trabajo con seguridad. 

Más información sobre la norma sobre equipos de protección personal en la construcción.
 

Tim Irving es el director interino de la Dirección de Construcción de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional.