Devuelven propinas a pareja de Pensilvania entre los $1,000 millones recuperados por la División de Horas y Salarios

La secretaria interina Su posa con un hombre y una mujer delante de carteles en los que se lee “$1,000 millones recuperados para los trabajadores”.

En 2008, Roberto comenzó a trabajar como mesero en La Tolteca, un restaurante mexicano en Wilkes-Barre, Pensilvania, y Tania se unió en 2013 en el mismo puesto. Si bien el restaurante fue el lugar donde se enamoraron, su experiencia laboral estuvo lejos de ser un cuento de hadas.

Roberto y Tania sabían que algo estaba mal, pero necesitaban sus empleos para mantener a su numerosa familia de seis hijos. Trabajaban arduamente por sus propinas: atendían grandes grupos, respondían a las solicitudes adicionales de los clientes y pasaban todo el día de pie. Como si fuera poco, las condiciones laborales eran difíciles. Ambos realizaban jornadas de 10 horas, a menudo sin descansos y, en ocasiones, con un solo día libre a la semana. Pero a pesar de toda su dedicación, el dueño del restaurante les exigía a los meseros un porcentaje de sus propinas cada día. Después de que su empleador se quedara con sus propinas, había días en que no les quedaba nada para llevarse a casa. Roberto y Tania eran víctimas de robo de salarios. 

La Ley de Normas Laborales Justas (Fair Labor Standards Act, FLSA) establece que “quedarse” con las propinas es ilegal y “prohíbe a los empleadores apropiarse de cualquier parte de las propinas de los empleados para cualquier propósito”. Aunque nunca debieron enfrentar condiciones de trabajo tan injustas, su historia tiene un desenlace positivo. Roberto y Tania sospechaban que su empleador les estaba robando; por eso, comenzaron a llevar un registro de cuánto se les estaba quitando. Los investigadores de la División entrevistaron a los trabajadores y trabajaron para determinar el monto total que les habían robado. Tras la investigación, el restaurante accedió a compensar a Roberto, Tania y otros empleados afectados, lo que permitió recuperar más de $1,300 millones en salarios atrasados y daños y perjuicios.

Cuando se les preguntó por la devolución de sus salarios atrasados, Roberto dijo: “Sabía que Dios no se olvidaría de nosotros. Se hizo justicia”. Tania estuvo de acuerdo y añadió: “Sabía que algún día se haría justicia y atraparían al dueño”. Ahora, la pareja planea ayudar a sus hijos en la universidad y finalmente disfrutar de una luna de miel. 

Los trabajadores que reciben propinas, como Roberto y Tania, suelen ser víctimas del robo de salarios, y la División de Horas y Salarios continúa enfocándose en la protección de estos empleados. La labor de la División ayuda a garantizar que a los trabajadores que reciben propinas se los trate con dignidad y respeto. 

En el Departamento de Trabajo de los EE. UU., la División de Horas y Salarios se compromete a utilizar sus recursos estratégicamente para generar un impacto significativo en la vida de los trabajadores. El cumplimiento estricto de la legislación laboral federal también permite que los empleadores que respetan la ley no se vean perjudicados por aquellos que cometen robo de salarios. La historia de Roberto y Tania es solo una de muchas que contribuyen a los $1,000 millones en salarios y daños y perjuicios recuperados por la División de Horas y Salarios durante la administración Biden-Harris.. Encuentre más relatos como este y descubra cómo la división está generando un impacto significativo en la página de las cifras de 2024 (By the Numbers page for 2024).

 

Jessica Looman es la administradora de la División de Horas y Salarios del Departamento de Trabajo de los EE. UU. Siga a la división en Twitter/X en @WHD_DOL y en LinkedIn