El acceso lingüístico es un tema de suma importancia para mí como director de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) e incluso es más importante que nunca. ¿Por qué? Porque a pesar de que los derechos de los trabajadores, los estándares, las protecciones requeridas y las guías existan, si las personas no los conocen, o temen comunicarse con nosotros, nuestra misión se convierte en algo extremadamente difícil cumplir. Hemos oído una y mil veces de parte de trabajadores y grupos de defensa a lo largo de todo el país acerca de cómo a menudo marginan o maltratan a los trabajadores por su idioma, al igual que por su nacionalidad, estado de inmigración, color de piel y condición socioeconómica.
Los datos también marcan al acceso lingüístico como una problemática de seguridad. Según la Oficina de Asuntos Internacionales (BLS), los trabajadores hispanos o latinos siguen teniendo la tasa de mortalidad más alta de todos los grupos demográficos, con 4.6 víctimas mortales por cada 100,000 trabajadores a tiempo completo.
En la OSHA, hemos intensificado nuestros esfuerzos para conseguir información crítica sobre seguridad y salud para los trabajadores en un idioma que ellos entiendan. Desde un boletín totalmente en español hasta anuncios de servicios públicos (PSA) más auténticos desde el punto de vista cultural y hacer que nuestras publicaciones estén disponibles en decenas de idiomas, estamos trabajando para acortar la brecha.
Recientemente hablé de nuestro progreso en la conferencia de la Sociedad Estadounidense de Profesionales de la Seguridad (ASSP) en Denver, al igual que de los obstáculos a los que nos afrontamos. Aquí podemos ver dos de nuestros mayores obstáculos, que, según comprobé en el debate posterior, a menudo compartimos con otros miembros de la comunidad de seguridad y salud:
1. Superar el miedo y generar confianza. Para mí, cualquier comunicación efectiva comienza con confianza y credibilidad. La OSHA tiene credibilidad como líder en seguridad y salud en el trabajo, pero, como una agencia gubernamental, no siempre tenemos esa confianza con los trabajadores que tienen más probabilidades de ser objeto de violaciones laborales. Muchos trabajadores no se ponen en contacto con la OSHA (aunque conozcan sus derechos) porque temen que los despidan, los deporten o incluso que los maten. Necesitamos poder comunicarnos con ellos de una forma que les ayude a mantenerse a salvo.
2. Llegar directamente a los trabajadores. ¿Cómo llegamos a los trabajadores en campos, talleres y líneas de procesamiento, en los árboles, en las zanjas o en otros trabajos intrínsecamente más peligrosos? Y si podemos llegar a ellos ¿qué les decimos?, ¿qué quieren saber de nosotros ahora?
Para superar estos obstáculos, hemos tenido que encontrar nuevas formas. Esto es lo que nos funciona a nosotros y lo que animo a los demás a hacer también:
- ¡Escuche! Probablemente esta es la habilidad más importante y la menos usada. Queremos estar abiertos a todo tipo de opiniones, especialmente las negativas, porque a menudo son las que nos brindan oportunidades.
- Involucre a otros y encuentre al mensajero correcto. Es muy importante tener distintas perspectivas e ideas antes de comenzar. Y a veces nosotros no somos los mejores mensajeros. Las personas confían en los mensajes de las personas con las que se pueden identificar, aquellos con antecedentes, culturas o apariencias similares. Otras organizaciones y miembros de la comunidad suelen tener la confianza de los trabajadores a los que necesitamos llegar, por lo tanto, es importante trabajar con ellos para hacer llegar nuestros mensajes. La Semana de derechos laborales es un gran ejemplo de colaboración para difundir los derechos de los trabajadores. Este tipo de asociaciones también es fundamental cuando se trata de idiomas que son solo (o principalmente) orales.
- La cultura es importante, así que elija bien sus palabras. Es importante preguntarse si hay consideraciones culturales en el lenguaje, las imágenes y los entornos sociales concretos que se utilizan. En la medida de lo posible, nuestros contenidos se someten a una revisión por parte de colegas para garantizar su exactitud y sensibilidad, de ser posible por parte de alguien que conozca el idioma o la cultura de nuestro público objetivo.
- Conozca a su audiencia. Esto es imprescindible para cualquier ocasión. Debemos averiguar lo que desean saber de nosotros y dónde/cuándo les gustaría recibir la información. Por ejemplo, descubrimos que los trabajadores eran más propensos a participar en un seminario web de Zoom que a utilizar aplicaciones asociadas al gobierno federal. Hemos podido celebrar reuniones en decenas de idiomas, al igual que ofrecer interpretación simultánea.
- Lenguaje claro Hacemos de esto una prioridad en todos los idiomas, incluido el inglés, para que las personas puedan entender fácilmente nuestro mensaje y sea más sencillo traducirlo. Esto también se aplica a la forma en que impartimos capacitaciones. Dividir los elementos en partes más sencillas hace que la información sea más fácil de retener. (Lo cual, sinceramente, es cierto para todo el mundo, independientemente de su idioma o cultura).
En la OSHA, estamos construyendo nuestra propia cultura para que la accesibilidad a idiomas y la inclusión cultural formen parte de todo lo que hacemos, una parte habitual de nuestra rutina. Es estupendo saber que hay otras personas igual de apasionadas por la comunicación y el acceso a idiomas para mantener la seguridad de las personas en el trabajo.
Si le interesa obtener más información acerca de cómo colaborar con la OSHA, visite osha.gov/workers o contáctenos al 202-693-1999.
Frank Meilinger es el director de comunicaciones de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional. Siga a la OSHA en X en @OSHA_DOL y en LinkedIn.